Al desnudo

 

Supongo que hay una cierta excitación, riesgo e incluso curiosidad, en eso de quedarse completamente desnudo. Y no, no es una referencia sexual. Hablo de algo más íntimo que pasearte por tu casa sin ropa o de que alguien muerda tus labios.

Me refiero a la reticencia que tenemos de exponer todos nuestros pensamientos y deseos al mundo, de dejar nuestro corazón en ropa interior –o ni eso–. Hablo de que puedan observarte y leerte como si tu cuerpo fuese una coraza con la trasparencia de un cristal perfectamente pulido y limpio, sin imperfecciones que puedan impedir que te exploren hasta tus entrañas. Y es que eso da miedo. Mostrarse tal y como eres, sin filtros, es la mayor muestra de confianza que hay entre dos personas.

Pero por desgracia, no siempre somos capaces de mostrar quienes somos. Tal vez por miedo, vergüenza o porque nuestras imperfecciones o limitaciones nos impiden hacerlo. Supongo que por eso escribo: porque siento cierta excitación llena de una grandiosa y pura alegría al pensar que, en alguna parte del mundo, alguien conoce esta parte de mí.

Comentarios

  1. Adorable Galaica:comprendo el céltico Presentir en ese Delicado mirar;mi Juicio otrora fue Errado;descubir sus Letras es develarse como Guardiana de la Naturaleza

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Celebro su Regreso!, en sus Letras, como Rocío de lo temprano, ha animado mi día, con su tempranía, al Regresar

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares